
A las 12 del medio día sonarán las campanas de los templos para mostrar nuestro agradecimiento, fraterna solidaridad y orar
«A vosotros, amados de Dios, gracia y paz de parte de nuestro Señor Jesucristo» (Rom 1, 7). En estos días de singular y dolorosa experiencia ciudadana y eclesial, a la que nos ha llevado la pandemia del coronavirus, la Iglesia