Jubileo de los Jóvenes en Roma con el Papa León XIV

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Más de 400 jóvenes de nuestra diócesis de Cuenca participaron en el gran Jubileo de los Jóvenes celebrado en Roma, en el marco del Año Santo 2025. Esta inolvidable peregrinación culminó el domingo 3 de agosto con la multitudinaria Eucaristía presidida por el Papa León XIV en el campus de Tor Vergata, donde más de un millón de jóvenes del mundo entero se congregaron como una sola familia en Cristo.

Una experiencia de comunión eclesial

Los jóvenes conquenses, acompañados por nuestro obispo, Monseñor José María Yanguas, y varios sacerdotes de la diócesis, vivieron con intensidad estos días de oración, alegría y fraternidad. Desde el encuentro con miles de peregrinos en las calles de Roma hasta los grandes actos en Tor Vergata, la fe se convirtió en motivo de celebración compartida.

La Vigilia en Tor Vergata

El sábado 2 de agosto, al caer la tarde, tuvo lugar una gran vigilia de oración y fiesta en el mismo lugar donde san Juan Pablo II celebró la inolvidable Jornada Mundial de la Juventud del año 2000. Allí, los jóvenes conquenses se unieron a los cantos, testimonios y momentos de silencio que prepararon el corazón para el gran día del Jubileo.

Durante la vigilia, el Papa mantuvo un diálogo cercano con los muchachos y les animó con palabras llenas de esperanza:

“No tengan miedo de su fragilidad, ni de sus preguntas: si están inquietos, es señal de que están vivos. Esa inquietud es la que abre el corazón a Dios”.

El encuentro concluyó con la adoración eucarística en un sobrecogedor silencio, compartido por cientos de miles de jóvenes en oración.

Tres respuestas del Papa León XIV a tres jóvenes sobre los temas de la amistad, el valor de elegir y el encuentro con el Señor Resucitado, durante la vigilia del Jubileo de los jóvenes, celebrada el 2 de agosto de 2025 en Tor Vergata
Fotos: @antoine.mekary | ALETEIA

La gran misa jubilar

El domingo 3 de agosto, el Papa presidió la Santa Misa en Tor Vergata. Saludado con júbilo por la multitud, inició la celebración con un cálido saludo:

“Buen día y feliz domingo… comencemos la misa, el mayor regalo que Cristo nos dejó”.

En su homilía, León XIV recordó que la fragilidad humana es semejante a la hierba del campo:

“Es frágil, sí, pero renace, florece, y al final se convierte en semilla de vida nueva”.

Exhortó a los jóvenes a no conformarse con lo mínimo:

“Aspiren a cosas grandes, aspiren a la santidad allí donde estén. Caminen con alegría tras las huellas del Salvador y contagien fe”.

Antes de impartir la bendición final, el Papa dirigió un mensaje especial a los jóvenes de países marcados por la guerra y la violencia:

“Ustedes son el signo de que otro mundo es posible, un mundo de diálogo y no de enfrentamientos, un mundo de paz y no de violencia”.

Finalmente anunció con entusiasmo el próximo gran encuentro juvenil en Seúl en 2027, invitando a todos a seguir el camino emprendido en Roma.

Los jóvenes de nuestra diócesis estuvieron muy visibles durante toda la peregrinación: ondearon la bandera de Cuenca, compartieron cantos y testimonios con peregrinos de todo el mundo y mostraron la riqueza de la fe que brota de nuestras parroquias.

El Jubileo de Roma no ha sido un punto de llegada, sino un punto de partida. Los más de 400 jóvenes conquenses regresan ahora a sus parroquias y comunidades con el deseo de seguir creciendo en la fe, compartiendo lo vivido y sembrando esperanza en nuestra diócesis.

El Papa León XIV, en el Jubileo de los jóvenes recordó las palabras de San Juan Pablo II en el Jubileo del año 2000: “Es Jesús a quien buscan cuando buscan la felicidad».

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