Con el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza como principal escenario, Cáritas Diocesana de Cuenca nos anima a que hagamos una reflexión sobre nuestro estilo de vida y sobre tantas pobreza del momento actual, como indica el Papa Francisco.
Bajo el paraguas de las soluciones propuestas desde Naciones Unidas, Cáritas Diocesana de Cuenca lleva a cabo un proyecto de Educación para el Desarrollo, cofinanciado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, que pretende sensibilizar a la población conquense sobre la importancia del cuidado del planeta y del medio ambiente para llegar a cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible, entre los que se encuentra el poner fin a la pobreza en el mundo.
“Hace un año, salíamos de la oscuridad de la pandemia, con una ligera recuperación en el ámbito económico. Un años más tarde, la guerra en Ucrania, ha complicado el panorama internacional y ha generado nuevas pobrezas, siendo necesaria, más que nunca, la sensibilización por el incremento de la pobreza y la desigualdad”, aseguran desde Cáritas Cuenca.
El año y medio de incremento continuado de los precios, cebándose la inflación en los gastos esenciales de las familias como en la vivienda, en el gas o en otros suministros, donde más ha aumentado, ha generado un empeoramiento en las condiciones de vida y de acceso a derechos en el conjunto de la población, pero de forma más intensificada en la población más vulnerable. Por tanto, las personas más pobres y excluidas sufren con mayor intensidad las consecuencias de tales situaciones en la vida diaria.
Ante este panorama desolador, desde la entidad católica se persigue mitigar las consecuencias de la pobreza y la desigualdad en nuestra provincia y también en los países más desfavorecidos o en situación de conflicto. Por ello, se hace un llamamiento a la solidaridad.
