Este año para celebrar Pentecostés la Delegación de Apostolado Seglar, reunió a los movimientos y les preguntó qué querían hacer. De ese encuentro salieron distintas ideas, ilusión, muchas ganas de celebrar juntos y preparar algo para los demás.
Podemos decir que el Espíritu fue soplando a través de cada uno el mismo mensaje: “poner los dones al servicio”. Y como literalmente fue así hemos vivido un Pentecostés muy bonito.
La Celebración de la Vigilia de Pentecostés fue en la Parroquia de San Fernando, pero con el mismo formato se celebró también en algunos puntos de la Diócesis como Motilla del Palancar y Aliaguilla. Esa tarde noche, nos unimos a todas las celebraciones de Pentecostés de la Diócesis. Decidimos hacer la celebración de Pentecostés tal y como viene en el Misal Romano y aprovechar la idea de la Conferencia Episcopal basada en la denuncia del Papa Francisco de las sombras de este mundo y acogiendo y dando importancia a las luces, que, gracias a Dios, las hay.
Terminamos la celebración con un pincho en los salones de la parroquia donde pudimos hablar largo y tendido, con el corazón abierto para conocer a gente que allí nos juntamos y no conocíamos.
El domingo madrugamos y en el Seminario Conciliar nos dejaron espacio para celebrar dos retiros simultáneos, para qué, con libertad, las personas que decidieran asistir pudieran elegir lo más afín a su carisma. Después de los retiros la gente fue acudiendo a la Plaza de la Merced. Donde fuimos enviados a peregrinar a la Catedral, con un teatro muy ilustrativo de lo que significa peregrinar en la vida y un envío iluminado por la Palabra. Desde allí, salimos cantando y felices a la Catedral. En la Capilla del Espíritu Santo, nos unimos a la comunidad de la Plaza Mayor, para celebrar que el Señor… ¡tiene siempre todo pensado! Nos recordó que no estamos nunca solos, que su Espíritu está con nosotros desde los primeros tiempos de la Iglesia y que estamos en tiempo del Espíritu, por lo que no tenemos que temer AMAR al estilo de JESÚS DE NAZARET.
Para más inri, hay que destacar que fuimos capaces de juntarnos, de convivir y celebrar juntos, distintos carismas, distintos movimientos, delegaciones, comunidades, pastorales, personas de distintas parroquias, distintas razas, distintas edades… vivimos todo un Pentecostés, porque fuimos capaces de hablar la misma lengua y entendernos: el AMOR Y EL SERVICIO, desde una misma vocación.
Como nos agrada mucho a la Delegación de Laicos lo que sucedió, queremos dar las gracias a todas las personas que se animaron a celebrar juntas Pentecostés. También a las personas que, con alguna tarea específica, prepararon para los demás un espacio de oración, fraternidad y teología. Nombramos a unos cuantos de los que participaron, para que veáis la grandeza de nuestra Iglesia y si alguien se queda sin nombrar, no es que no sea importante, si no que desde la sombra quiso hacerlo y gente que no pudo asistir que ayudó a través de su oración: Emaús Mujeres y Hombres, Mov de Adoración Nocturna, Mov. Comunión y Liberación, Cáritas, Centro de Orientación Familiar”San Julián”, Alpha, Ministros extraordinarios de la comunión de enfermos MEC, Pastoral de Enfermos de San Esteban, Delegación de Inclusión, Grupo de Teatro “Anawin”, Renovación Carismática, Católicos en Acción, Acción Católica, Mov. Rural, Pastoral de Migraciones, Voluntarios de Prisiones, Grupo de música joven de la Diócesis, catequistas, jóvenes del Belive, jóvenes de Católicos en Acción, Jóvenes de Santa Ana, de San Fernando, de San Román, del Cristo del Amparo, de San Esteban, del musical, niños y familias, Familias Nazaret, Esclavas carmelitas de la S. F. Hermandad de San Fernando, Cursillos de Cristiandad, Talleres de Oración y vida, Kum, seminaristas, sacerdotes, Manos Unidas ….
Un gozo.
Delegación de Apostolado Seglar.