Testamento espiritual

Testamento espiritual

 

“Sé que me vais a matar… ¿Creéis que no hay cielo? ¡Hay cielo, hijos míos!… ¿Creéis que no hay infierno? ¡Hay infierno, hijos míos!… Me podéis matar. El cuerpo os lo dejo, pero el alma irá al cielo. Yo os perdono y en el cielo rogaré por vosotros”. (Palabras de D. Cruz exhortando a los milicianos a la práctica del bien y al arrepentimiento durante el viaje hacia el lugar del martirio).


“Donde va mi Señor hago falta yo también”… “Nunca me pesó acompañar al Sr. Obispo, y ahora tampoco me pesará”… “Me matáis a mí también”… (Palabras de D. Fernando a los milicianos que querían separarlo de D. Cruz).


“Ya estamos dispuestos… que Dios os perdone, como yo os perdono y bendigo” (Palabras de D. Cruz, asentidas también por D. Fernando, una vez que se absolvieron mutuamente).


Mientras el Sr. Obispo bendecía con la señal de la cruz a los asesinos una bala atravesó su mano y otra penetró en su sien; a la vez, el cuerpo de D. Fernando caía en tierra ametrallado.

 

 

Beato Cruz Laplana

BIOGRAFÍA [1]

En los Pirineos aragoneses, en la provincia de Huesca y entre los valles de Benasque y de Bielsa se encuentra el  de Gistaín. En este maravilloso paraje natural está situado Plan, pequeño pueblo Oscense donde nació, el tres de mayo de 1875, Cruz de Jesús Laplana y Laguna quien, con el tiempo, sería obispo mártir de Cuenca y Beato desde el 28 de octubre de 2007.

Familia

Los padres de futuro obispo de Cuenca pertenecían al linaje de la antigua nobleza pirenaica de Aragón y de Cataluña.

El matrimonio entre D. Alonso Laplana y de Rins, natural de Plan (Provincia de Aragón) y Dña. Josefa Laguna Fumanal se celebró en Gistaín, lugar de nacimiento de la esposa, el 4 de marzo de 1867.

Era en Plan done D. Alonso poseía no sólo una noble casa del s. XVI sino fincas y campos que hacían que la familia tuviera un patrimonio notable.

De la unión de ambos nacieron diez hijos de los cuales sólo cuatro llegaron a la mayoría de edad: Manuel, el heredero, D. Cruz de Jesús, Plácido y Ascensión.

D. Cruz vio la luz en Plan (Provincia de Huesca y diócesis de Barbastro) a las tres de la mañana del día 3 de mayo de 1875, siendo bautizado el mismo día en la parroquia de San Esteban, protomártir.

No se conserva sin embargo su partida de bautismo en su parroquia natal, destruida junto con el resto del archivo parroquial en 1938.

D. Alonso, el padre, se ocupaba de atender sus negocios. Era conocido como un hombre afable, tranquilo y jovial, pero también caritativo y devoto. Dña. Josefa, la madre, se ocupaba de las laboras de casa y de la educación de los hijos; con un carácter enérgico y abierto, muy religiosa y profundamente caritativa que atendía con actitud cristiana a los necesitados.

El pequeño D. Cruz era vivaz y emprendedor, pero a la vez afectuoso, respetuoso y obediente con sus familiares; diligente en los estudios, disponible, equilibrado, justo, leal, distinguiéndose entre los demás por su religiosidad.

En el Colegio de Huesca (1885-1886)

En otoño de 1885 D. Alonso Laplana inscribe a su hijo como alumno interno del Colegio de los Padres Escolapios de Huesca. Al llegar al Colegio le dijo al director: “Aquí le traigo un diablillo”. El director del Colegio escribió dos meses después a D. Alonso diciéndole: “Me dijo usted que traía un diablillo; pero en verdad nos trajo Ud. un ángel, que es el modelo del Colegio”.

En el Colegio D. Cruz destacó por su aplicación, no sólo en la disciplina sino también en la devoción.

No será hasta el verano de 1886, teniendo once años años, cuando el joven Cruz expresa su deseo de ingresar en el Seminario. Esta iniciativa provocó la reacción negativa de sus padres, de manera particular de su madre, que prefería para su hijo una brillante carrera en la vida civil. Sin embargo y a pesar de la inicial oposición de sus padres D. Cruz logró convencerlos de la nobleza y seriedad de sus propósitos. D. Cruz quería ser sacerdote.

Qué altura de miras para tan sólo un niño. No debía desconocer la vida de entrega y abnegada que suponía, no ya sólo el seminario, sino una vida de sacerdote. No puede verse sino la mano de Dios obrando ya en un alma escogida para él.

La primera oposición de sus padres quedó superada ante la vocación de su hijo.

El seminario de Barbastro (1886-1898)

D. Cruz tenía once años al ingresar en el seminario de Barbastro. El mejor biógrafo de D. Cruz, D. Sebastián Cirac, nos describe así un niño que tiene ya alma de sacerdote: “En el seminario practicaba, tanto en el estudio como en la piedad, el principio que había comenzado a practicar en el Valle, y que después practicaría siempre y aconsejaría a los demás: “Cuando se hace una cosas, hay que pensar sólo en ella y hacerla perfectamente, sin otras preocupaciones” (…) La dulzura y la templanza de Cruz alcanzaron un grado muy elevado de perfección durante sus estudios en el Seminario de Barbastro. Durante sus estudios en el Seminario, los móviles que le impelían hacia el Sacerdocio fueron los mismos que suscitaron su vocación: la gloria de Dios y la salvación de su alma y de otras almas.”

D. Sebastián, recogidos testimonios de familiares y compañeros del seminario, describe así su figura: “cordialidad con todos, ejemplaridad, piedad profunda y aprovechamiento total del tiempo. Le tenían en suma estimación y aprecio, y como el colegial más ejemplar del seminario”

Era tan así, como nos describe D. Sebastián, que en su casa le llamaban “el San Francisco de Sales”.

Ordenación Sacerdotal y estudios en la Pontificia Universidad de Zaragoza (1898.1902). Superior del Seminario y docente universitario (1900-1912).

Fue ordenado sacerdote un 24 de septiembre de 1898, fiesta de la Virgen de la Merced, y fue a celebrar su primera misa en Zaragoza en honor de la Virgen del Pilar.

Después de ser ordenado sacerdote fue mandado a Zaragoza para proseguir sus estudios. Comenzó Derecho canónico en la Universidad Pontificia de Zaragoza. El 29 de septiembre de 1900 fue nombrado profesor auxiliar de dicha Universidad y formador del seminario de San Carlos. Poco después de doctorarse se le nombró profesor ordinario, oficios a los que se dedicó con alma y cuerpo “con una dedicación total y con un espíritu sobrenatural sin mezcla de ningún otro sentimiento ajeno al carácter sacerdotal”.

Actividad pastoral en Caspe (1912-1916)

D. Sebastián Cirac nos describe así estos momentos: “Cuando recibió el nombramiento de Eónomo de Caspe vio truncada su vida, que él creía destinada a formar sacerdotes como Superior y a enseñarles en el Seminario. Por eso, dicho nombramiento perturbó de alguna manera sus pensamientos y sentimientos, y sus familiares le incitaban a buscar recomendaciones para evitar la interrupción de sus laboras de Seminario y las dificultades de la vida parroquial, a lo cual no se había dedicado más que secundariamente. SU voluntad sobrenatural se impuso y se ofrecí al Prelado con toda decisión, impidiendo todas las actuaciones de sus familiares.

Personalmente y por el testimonio unánime de todo el pueblo, que políticamente estaba dividido, sé que la conducta de D. Cruz en Caspe fue la de un párroco ejemplar, lleno de caridad, celoso en el cumplimiento de todos sus deberes contados los parroquianos, buenos o malos, sanos o enfermos, religiosos o seglares, niños, adultos y ancianos, todos, mujeres y hombres. Todos ellos le tenían en concepto de un sabio en ciencias eclesiásticas, de un Párroco ejemplar y de un santo.

(…) Actualmente se recuerda en Caspe (…) el celo y la caridad de D. Cruz en relación con los pobres, con los enfermos y con todos los feligreses en general y en particular.

Se cuentan muchos hechos verdaderamente heroicos; (…)”. Una noche el sereno de Caspe, mientras hacía la ronda y el pueblo dormía, descubrió a D. Cruz llevando un colchón y varios objetos a la casa de un hombre enfermo.  No fueron pocas las familias que, igualmente por la noche, cuando nadie podía darse cuenta.

Con su dedicación y empeño conquistó el afecto y la estima de sus fieles, tan es así, que después de cuatro años en Caspe, al ser nombrado para un nuevo destino, el ayuntamiento lo nombró “hijo adoptivo y predilecto de Caspe”[2].

Nuevo destino: Parroquia de San Gil de Zaragoza (1916-1922).

En 1916 opositó en la ciudad de Zaragoza a un concurso como párroco. D. Cruz aprobó la oposición en primer lugar siendo enviado por el arzobispo a la iglesia de San Gil, en la capital de Aragón.

Como párroco D. Cruz visitaba frecuentemente a sus feligreses, de toda clase y condición. Procuraba estar informado de los problemas y las necesidades de sus fieles y estar siempre disponible para socorrer las necesidades de su parroquia. Su entrega sincera a sus feligreses en la preocupación por sus necesidades no impedían que aprovechara toda ocasión para entablar un coloquio espiritual y exhortar paternalmente a frecuentar la iglesia y los sacramentos.

Le dio un gran impulso a la catequesis en su nueva parroquia estableciendo las Conferencias de San Vicente de Paúl, promoviendo reuniones de estudio y ciclos de predicación, invitando a estas actividades a algunos sacerdotes e incorporando a su trabajo apostólico a un número cada vez mayor de laicos, sobre todo jóvenes.

Nombramiento de obispo de Cuenca. Consagración episcopal y entrada en la diócesis (junio 1921 – abril 1922).

Fue nombrado obispo de Cuenca el 23 de junio de 1921 al quedar vacante la sede por renuncia del anciano titular de esta diócesis Mons. Wenceslao Sangüesa y Guía.

La ceremonia de consagración fue presidida por el Cardenal Arzobispo de Zaragoza, Juan Soldevilla y Romero, en la Basílica de Ntra. Sra. del Pilar el 26 de marzo de 1922,  Cuarto domingo de Cuaresma o domingo Laetare.

A la semana siguiente, el día 2 de abril se procede a la toma de posesión de la diócesis por medio del Decano de la Catedral de Cuenca, el Rev. Eusebio Hernández Zazo.

El día 8 de abril entra la capital conquense. Quien fuera director espiritual del Seminario Conciliar después de la guerra, D. Camilo Fernández de Lelis, describe así su entrada:

“Yo presencié la entrada, recordando el gran entusiasmo con que le acogió el pueblo entero (…), así como el saludo y exhortación por él dirigida al pueblo congregado en la Catedral glosando el texto escriturístico: Benedictus qui venit in nomine Domini”

El Rvdo. D. Constantino Gómez Montalbo narra así la entrada de D. Cruz:

“Fue una entrada apoteósica la suya en Cuenca. Numerosos arcos triunfales y gran entusiasmo del pueblo (…). Después de ocurrido, parece que caía bien el presagio que se le atribuye, y seguramente que el Sr. Obispo lo pensaría; claro que yo no lo oí”

La premonición que el último testigo refiere sobre el Siervo de Dios era en realidad una frase que ya había sido publicada en los diarios conqueses poco después de su llegada a Cuenca:

“Dios quiera que no le pase como a Nuestro Señor, que después del Domingo de Ramos, le venga su Viernes Santo”

Una de las frases que aparecieron en los periódicos durante esos días fue: “Calurosos vivas a Cristo lanzaron los que a los tres días lo crucificaron. Hosanna al obispo, que viva Laplana, no olvidéis que a Cristo lo mató el Hosanna”.

Gobierno de la diócesis de Cuenca (abril 1922-julio 1936)

El Beato Cruz gobernó la diócesis durante catorce años, de 1922 a 1936. Durante su episcopado consigue de la Sta. Sede que el Seminario Conciliar esté bajo su potestad, procurando reformar los estudios, la formación científica y espiritual, dando un reglamento par ala disciplina e interesándose siempre en primera persona de los problemas de la comunidad del Seminario.

Confinamiento y Martirio (18 de julio-8 de agosto 1936).

Reproducimos a continuación el testimonio de D. Sebastián Cirac pues en su trabajo contó con los testimonios de personas que estuvieron presentes en los acontecimientos:

“Cuando estalló el Movimiento Nacional el 18 de julio de 1936, contra el Régimen del terror, y los atropellos de los derechos divinos y humanos de los católicos, la ciudad y la provincia de Cuenca se hubieran alzado como un solo hombre en defensa de la Religión y de la Patria. Pero la falta de directores, la perplejidad de la Guardia Civil, la proximidad de Madrid y el armamento de los pertenecientes a los partidos maristas fueron las causas de que el Gobierno masónico, las Logias y Triángulos, y las Organización marxistas, dirigidas también por masones, establecieran un régimen de terror y de muerte, del cual habían e ser víctimas las personalidades más destacadas del catolicismo en la ciudad y en todos los pueblos, sobre todo los sacerdotes, los religiosos y los seglares más piadosos, así como las iglesias y todos los lugares sagrados.

La noche del 19 de julio de 1936 una cuadrilla de rojos armados obedeciendo órdenes del Régimen y de los Partidos marxistas cercaron el Palacio Episcopal de Cuenca montando una guardia permanente sin dejar entrar ni salir a nadie.

Dentro del Palacio se vivía con ansiedad ante las noticias confusas que se podían coger con un aparato de radio pequeño que poseía D. Fernando, y ante la actitud de la chusma armada. Después, en la puerta del Palacio estalló una bomba infernal, que había sido puesta por los marxistas. Una comisión y un emisario de la Guardia Civil, concentrada por el Gobernador en el Seminario, pudo llegar hasta el Sr. Obispo y le propuso que se disfrazase de Guardia Civil para marcharse con ellos; pero el Sr. Obispo agradeció la intención y rechazó la proposición que se le hacía, insistiendo siempre en su punto de vista: Yo no puedo marchar por temor al peligro; mi deber está aquí cueste lo que cueste.

El día 23 pudo entrar en el Palacio el Sr. Deán, que se ofreció a estar con el Sr. Obispo, pero éste le dijo: Yo tengo la obligación de hacer frente a la situación, por muy difícil que sea. El día 28 una cuadrilla de milicianos rojos armados penetró en la Casa Episcopal con intención de prender al Sr. Obispo, que se hallaba rezando en la capilla; al enterarse de lo que pasaba, consumió con reverencia las hostias consagradas que había en el Sagrario y salió tranquilamente al encuentro de los milicianos. Estos se llevaron al Sr. Obispo al Salón del Trono y le preguntaron dónde tenía el dinero, a lo cual respondió: Yo no tengo dinero.

Registrando allí, hallaron una caja fuerte con dinero y títulos del Patronato de Cubas, de la Diócesis, etc. Entonces le dijeron: ¿No decías que no tenías dinero? No tengo dinero, porque ése no es mío, sino de la Diócesis y de algunas Fundaciones.

Poco después, entre milicianos armados con fusiles, pasaban por la calle desde el Palacio Episcopal hasta el Seminario el Sr. Obispo con sus familiares D. Fernando, D. Manuel y Dña. Carmen, los cuales llevaban en pequeños hatos y en algún maletín la poca ropa blanca que los milicianos les permitieron tomar o llevar consigo. En todo esto la actitud del Sr. Obispo y de sus familiares fue serena y dócil, sin ninguna resistencia ni oposición.

«De la vida del Seminario recogí datos concretos y muy detallados del portero ya difunto, así como de otros sacerdotes, vivos todavía o di­funtos, y de algunos familiares de los sacerdotes allí custodiados, o de otras personas; algunos datos están detallados en el citado libro.

Durante su estancia en el Seminario, los sacerdotes y la Guardia Civil respetaron y guardaron al Sr. Obispo todas las atenciones de su alta je­rarquía; pero los marxistas, sobre todo en cuadrillas de milicianos armados, llamaron varias veces al Sr. Obispo, lo injuriaron de palabra y con toda clase de amenazas en la forma más cruel e ignominiosa. De esto fueron testigos el portero y otras personas. Tanto en estos casos como en el resto de la vida ordinaria el Sr. Obispo no perdió la sereni­dad ni el dominio de sí mismo, y parecía que a las injurias y a los peligros sonreía como mirando a los lejos.

Gran parte del día y de la noche se la pasaba de rodillas rezando en su habitación y también hablando con los sacerdotes, a los que infundía serenidad y confianza en la Providencia divina y aún fortaleza para morir por la fe y la dignidad sacerdotal, si Dios pedía este sacrificio»27.

«Una vez marchados los Guardias Civiles, el Seminario quedó a mer­ced de los  milicianos y de la chusma roja. En el Seminario pasaban los días llenos de angustias mezcladas con la esperanza del martirio en el sentido más auténtico y sagrado de la palabra; tenía el consuelo de poder celebrar la Santa Misa o comulgar, de rezar el Rosario y de guar­dar reservado el Santísimo. El Sr. Obispo infundía aliento a los demás y procuraba que en la mesa hubiera alegría y hasta buen humor; bende­cía con gran placer a los sacerdotes que podían marcharse. A veces le preguntaban los sacerdotes: ¿Qué tal Sr. Obispo? Y, sonriente y tran­quilo, respondía: Bien, renovando el acto de contrición a cada momento y pidiendo al Señor que me haga conocer en cada instante su voluntad y me dé fuerzas  para  cumplirla.

Así pasó el Obispo de Cuenca los últimos días de su vida precisa­mente en el Seminario que había constituido, juntamente con los sacer­dotes, el principal objeto de sus afanes y preocupaciones, sufriendo, orando y disponiéndose a sacrificar su vida por el Seminario, por la Diócesis, por España y por Jesucristo.

Tengo notas de testigos presenciales relativas al atropello que una vez hicieron objeto al Sr. Obispo milicianos y milicianas en el Semi­nario. Como un tropel de demonios, armados con fusiles y con pistolas y con aspecto feroz, irrumpieron entre gritos soeces y blasfemos en la rectoral donde moraba el Obispo, el cual los recibió tranquilamente y con dulzura, mientras aquellas furias blasfemaban y lo inundaban de los mas asquerosos improperios existentes en lengua española; el Sr. Obispo no perdió un instante la tranquilidad de su alma ni la serenidad de su rostro, sin hacer ninguna actitud, ni siquiera de temor ante las amenazas con las armas y con los puños. No tengo ninguna nota sobre si entonces llegaron a pegarle.

El hecho fue a la medianoche entre el 7 y el 8 de agosto de 1936. Cuando la cuadrilla de milicianos, enviada por las autoridades marxistas y masónicas de Cuenca, llamaron a la puerta del Seminario y les abrió el portero, le mandó a éste que llamara al Obispo. El portero trágicamente amedrentado, llamó a D. Fernando y le dijo: Que llaman al Sr. Obispo a la portería. D. Fernando llamó a la puerta de la habita­ción del Sr. Obispo y le comunicó lo que sucedía; después de un buen rato salieron los dos, sin duda después de haberse confesado y absuelto mutuamente, a juicio del mismo portero ya difunto, de quien recibí estas noticias que inmediatamente puse por escrito. Luego salió el Sr. Obispo acompañado de su Familiar D. Fernando con paso decidido y serena­mente al encuentro de la cuadrilla de milicianos armados que le espe­raban»

 «El Sr. Obispo y D. Fernando, rodeados por la cuadrilla de milicia­nos armados, salieron del Seminario y bajaron a la ante plaza, donde es­peraba el autobús preparado.

El autobús de la muerte partió de la ante plaza del Ayuntamiento y atravesó cautelosamente las calles de la ciudad (…) dirigiéndose al kilómetro 5 de la carretera de Villar de Olalla, en el cerro más arriba del Puente de la Sierra».

Allí los martirizaron.

Al día siguiente una carreta los llevó hasta Cuenca donde sus cadáveres fueron sepultados en una fosa común. Al finalizar la guerra D. Cruz y D. Fernando fueron exhumados el 16 de octubre de 1940.

En el año 2004 fueron llevados a su actual capilla de la Catedral donde permanecen dignamente enterrados.

 


[1] La totalidad de la biografía está tomada de la Positio presentada a la Congregación para las Causas de los Santos para la beatificación de los beatos Cruz Laplana y Fernando Español.

[2] Cf. CIRAC ESPOPAÑÁN, S., o.c., pp. 45-62.

Ejercicios Espirituales 2017

    
     Con la participación de más de 100 personas entre adultos y niños han tenido lugar entre el 24 y 26 de marzo los Ejercicios Espirituales para Familias en el Monasterio de Santa María de la Paz de Villaconejos del Trabaque con el lema  «LA EUCARISTIA, CENTRO DE LA PERSONA Y DE LA FAMILIA» dirigidos por D. José Félix Bricio Ramos, Padre Espiritual del Seminario Mayor de San Julian.

     El domingo 26 por la mañana hemos contado con la visita sorpresa de nuestro Señor Obispo y su Secretario que a pesar de su apretada agenda, han querido encontrar un hueco para compartir unos agradables momentos con los miembros de todas las familias participantes.

EJERCICIOS ESPIRITUALES PARA FAMILIAS   –   24 al 26 de Marzo de 2017

 1ª MEDITACIÓN INTRODUCTORIA

Los Ejercicios Espirituales son un instrumento divino de reforma personal. No sólo proyectan luz sobre nuestras oscuridades y fuerza para combatir nuestra evidente debilidad, sino que el Señor, si nos dejamos hacer, nos configura con su pasión, muerte y resurrección. Es un proceso que nos alcanza la Vida verdadera.

El principio y fundamento de nuestra vida cristiana es la Filiación divina. Por aquí comenzaremos a caminar siguiendo los pasos seguros de la celebración eucarística, que iniciamos En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

 

2ª MEDITACIÓN: EL PECADO Y LA CONVERSIÓN

Antes de comenzar los Sagrados Misterios, reconozcamos nuestros pecados… El pecado es el gran mal y tiene remedio. Si nos arrepentimos y acudimos al sacramento de la confesión nuestra vida se limpia y se va llenando de amor a Dios y de mayor comprensión hacia los demás. El pecado personal estropea el ambiente de amor y confianza que debe respirarse en la familia cristiana. Jesús que os llamó a la vida matrimonial, os llama también a hacerla posible y santa, por eso no deja de gritar: “Convertíos y creed en el evangelio”.

 

3ª MEDITACIÓN: POR CAMINOS DE ORACIÓN

La Santa Misa es la gran oración: Cristo mismo, el Hijo, habla al Padre en nuestro nombre. En la Misa hay continuas llamadas para que entremos de lleno en esa oración y para que escuchemos, en nuestra jornada habitual, la voz amorosa del Señor.

El cristiano no rehúye el diálogo abierto y franco con Jesús. Cada momento del día nos recuerda la necesidad que tenemos de El y despierta en cada uno el deseo de pasar ratos prolongados ante el Sagrario.

En la familia se aprende a orar y se fomenta el hábito de la oración. Siempre los momentos en familia comienzan y acaban acudiendo al Señor y a la Santísima Virgen María.

 

4ª MEDITACIÓN: CONOCER A JESUCRISTO, HACERLO CONOCER Y LLEVARLO A TODAS PARTES

La Liturgia de la Palabra es la primera parte de la celebración de la Santa Misa. Toda la Sagrada Escritura nos habla de Jesús, nos lo da a conocer como el Enviado por el Padre, como el único Salvador de los hombres, como el Hijo Unigénito del Padre, Dios hecho hombre en las virginales entrañas de María Santísima.

Escuchar las lecturas de la Santa Misa no es un ejercicio pasivo, sino que suscita las disposiciones interiores de seguir a Jesús, dejarnos guiar por El, ser coherentes y dar testimonio.

La escucha atenta y la lectura asidua de la Palabra de Dios nos acerca grandemente a la figura amabilísima de Jesús, que se convierte así en el referente y la luz que guía los pasos de cada miembro de la familia y de la familia cristiana.

 

5ª MEDITACIÓN: OFRECER EN EL ALTAR LA PATERNIDAD Y MATERNIDAD, LA FILIACIÓN, EL TRABAJO Y EL SUFRIMIENTO, LA ENFERMEDAD Y LA MUERTE

Junto al pan y al vino ponemos en el altar nuestra vocación y el esfuerzo alegre y generoso que ponemos en realizarla cada día. Colocamos el trabajo que es medio de realización personal y materia de santificación personal. También entregamos al Señor nuestras penas y alegrías, la salud y la enfermedad, a los vivos y a los difuntos.

El don de los hijos que Dios da y su educación integral exige no pocos sacrificios y desvelos que los padres han de afrontar siempre junto al Señor. El trabajo de cada día, bien realizado y ofrecido a Jesús, es un espacio de crecimiento interior y de encuentro con Dios. El sufrimiento y la certeza de la muerte son un acicate para vivir el evangelio en el aquí y ahora.

Ponernos en manos de Dios, cuando el sacerdote levante levemente el pan y el vino, es garantía de que esos dones serán gratos a Dios y nosotros transformados para vivir, a lo divino, la vida ordinaria.

 

6ª MEDITACIÓN: EL ESPÍRITU SANTO: AMOR QUE LLEVA AL AMOR

La epíclesis es uno de los momentos cumbre de la Santa Misa. El Espíritu Santo es el gran protagonista de la historia humana, de nuestra historia personal y, también, el actor principal en la Eucaristía.

Somos casa o templo del Espíritu Santo y recibimos los sacramentos gracias a su intervención decisiva. Es “Dios en nosotros”. Su presencia empuja hacia los grandes ideales y fortalece en el camino de materializarlos.

Hemos de ser dóciles a su influjo benéfico y santificador y encomendarle a cada uno de los miembros de la familia. Pedimos para que cree un corazón nuevo en cada uno, donde El pueda reinar. Que su Amor personal ayude a la familia a vivir de ese amor tan grande e inagotable.

7ª MEDITACIÓN: PLEGARIA EUCARÍSTICA Y COMUNIÓN, LA UNIÓN DEL CIELO Y DE LA TIERRA

La Eucaristía es un misterio tan sublime que recapitula y revela todos los misterios de nuestra fe. Sólo se entiende por el inmenso amor que Dios nos tiene. La Iglesia nos habla de la Eucaristía como “gran sacramento” y nos invita maternalmente a asombrarnos y a recibirla con frecuencia y con las debidas disposiciones.

Es Jesús mismo quien se hace presente en la Eucaristía. Ante ella hay que rendirse ofreciéndole el homenaje de nuestra fe, esperanza y caridad. Ningún día sin la Eucaristía. Ella construye la Iglesia y cada familia.

María Santísima y San José nos ayudan a tratar debidamente a Jesús que se nos entrega inerme bajo las apariencias de pan y de vino.

 

Vigilia Sagrada Familia 2016

La Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida ha editado los materiales para la Jornada de la Sagrada Familia que se celebra el 30 de diciembre de 2016. Este año se ha elegido el lema, “Vivir la alegría del amor en la familia”. Los obispos recuerdan que “la alegría del Evangelio se refleja en la alegría del amor que se vive y se aprende de modo eminente en la familia”.

Este año la Delegación Diocesana de Familia y Vida celebrará la Vigilia el jueves 29 de diciembre a las 20 horas en la Parroquia de San Julián. Después compartiremos todos juntos unas pizzas en familia.  

 

Jornada de Oración por la Vida 2017

Con motivo de la JORNADA POR LA VIDA 2017 que se celebra el 25 de marzo, la Delegación de Familia y Vida organiza los siguientes actos:

– Jueves 23 de marzo Rosario por la vida a las 18,30 y Santa Misa presidida por el Sr. Obispo a la 19 h en la Parroquia de San Esteban.

– Sábado 25 de marzo desde las 0 horas hasta las 24,00 h. JORNADA DE ORACIÓN POR LA VIDA en la Capilla de la Adoración Perpetua

Te invitamos a participar

¡PORQUE LA VIDA  IMPORTA!

I Jornadas de Formación – Octubre 2017

 

 

UNA JORNADA DE FORMACIÓN

PARA DISFRUTAR DE LA LLAMADA AL AMOR

 

El pasado 7 de octubre tuvo lugar la I Jornada de Formación de voluntarios de la Delegación de Familia y Vida y del COF “San Julián” en el Seminario Conciliar “San Julián” de Cuenca. Más de ciento treinta personas acudieron a formarse en un ambiente de fraternidad, en el que unos pusieron sus dones al servicio de los otros para aprender todos de todos.

La Jornada comenzó con la bienvenida del grupo de acogida y con el rezo de Laudes, después de que los niños se organizaran con los monitores por edades para realizar, a lo largo de la mañana y de la tarde, actividades lúdicas y formativas adecuadas a su edad. Gracias a la labor de varios monitores los padres pudimos disfrutar de la formación y de la convivencia con otros adultos con total tranquilidad.

Fue una Jornada intensa en temas y ponencias. Desde la perspectiva de la verdad sobre la persona, una verdad revelada en el Génesis, hasta la culminación de esa verdad (“estamos hechos para amar y ser amados”) en el matrimonio cristiano, una riqueza y un don que crece a lo largo de todas las etapas vitales: la persona llamada a la comunión, el matrimonio como sacramento que consagra esa comunidad de personas, los requisitos del matrimonio católico, el matrimonio como camino de santificación y felicidad, la Teología del Cuerpo, el diálogo como herramienta de comunión o la educación de los hijos en las virtudes fueron los temas que ocuparon las ponencias a lo largo de la Jornada.

El dinamismo de las charlas, con símbolos y dinámicas propias, con debates o trabajos por grupos ayudó no solo a comprender mejor los temas tratados, sino a compartirlos con otros y enriquecernos mutuamente.

Un aspecto destacable fue el clima de optimismo, porque el cristiano es el hombre de esperanza y porque la familia tiene muchas más luces que sombras. Entrevimos el plan de Dios para nuestra felicidad, el matrimonio y la familia como los lugares donde vivir esa felicidad y esa realización de nuestra persona y la alegría de ese descubrimiento se hizo ver a lo largo de la Jornada.

Además, la fraternidad y la cercanía, tanto en las ponencias como en las pausas del café o la comida, nos ayudó a conocernos más entre nosotros: ¡ver caras nuevas en la Iglesia siempre es una buena nueva!

El final de la Jornada, como debe ser, fue una acción de gracias. Nuestro obispo, D. José María, se acercó para saludarnos con simpatía y para acompañarnos en la Eucaristía de conclusión. Con su afecto y su interés en la Pastoral Familiar corroboró nuestras buenas sensaciones y afianzó en el Señor nuestros buenos propósitos de seguir trabajando por la familia.

En definitiva, esta primera Jornada no solo ha iniciado un estilo en nuestra diócesis, que es madura para formar a sus propios agentes de pastoral, sino que ha impulsado el entusiasmo y la alegría de la esperanza en todos los que colaboramos con la Delegación de Familia y Vida y en el COF “San Julián”. Además, ha servido para que muchas personas se acerquen a colaborar en esta pastoral de la alegría del amor y de la esperanza en el futuro de la familia, que es el futuro de la Iglesia, como dijo San Juan Pablo II, el Papa de la familia.

 

¿Qué es START UP FAMILY?

¿QUÉ ES START UP FAMILY?

 

Start up Family quiere ser un espacio donde compartir, dar respuesta, apoyo y acompañamiento para parejas en sus primeros años de matrimonio.

Todos los matrimonios jóvenes os encontrais con la necesidad de dar respuesta a lo que vivIs diariamente, a los problemas que surgen en la convivencia, en el hogar, en esta nueva etapa.

Desde la Delegación de Familia sabemos que es bueno y necesario que compartáis vuestras experiencias, vuestras historias, vuestros trucos para disfrutar del ocio, de la familia…

Tenéis personas que os rodean con muchas ganas de ayudaros y que os pueden ofrecer un saco de herramientas para mejorar vuestro matrimonio…

Intentaremos desde aqúi ofreceros planes, actividades para hacer en pareja y potenciar de esta forma vuestra vocación al amor a la que estáis llamados.

No dudeis en poneros en contacto con nosotros en cualquier momento.

Start-up Family 2018 – Visita a la Catedral y Cena Romántica

Un total de diecinueve parejas de la Diócesis celebraron el Día de los enamorados de una forma particular. Tras su «quedada» en la Plaza Mayor, tras la convocatoria de la Delegación de Familia y Vida, pasaron a la Catedral conquense para ganar las gracias de Jubileo del Año Santo y recibiron una explicación de este edificio emblemático de la ciudad por parte del Director de la Catedral. Tras esta visita personalizada celebraron una cena conjunta con motivo de esta efeméride. 

Una convotaria y actividad que ha gozado de una buena respuesta y que ha conseguido que este Día de los enamorados pueda tener este aspecto religioso para parejas comprometidas con actividades de nuestra Diócesis.

Ejercicios Espirituales 2018

 

Comienza el plazo para inscribirse a los Ejercicios Esprituales en Familia 2018.

Plazas limitadas

FECHAS:

Del 9 al 11 de marzo de 2018

          “Que todos sean UNO para que el mundo crea”

           Dirigido por D. Antonio Carbajo Porras (Sacerdote diocesano de Cuenca)


Del 16 al 18 de marzo de 2018

“La vida cristiana en familia como experiencia pascual”

Dirigido por D. Fernando García Cano (Sacerdote diocesano de Ciudad Real)

Los ejercicios comenzarán el viernes en torno a las 18:30 y finalizarán el domingo después de comer.

LUGAR DE CELEBRACIÓN:

Monasterio de Santa María de la Paz – Villaconejos del Trabaque (Cuenca),

Los niños mayores de 1 año serán atendidos por monitores durante las charlas

PRECIOS (pensión completa):

– Niños 0 a 3 años gratis

– Niños de 4 a 11 años (6º primaria): 30 euros.

– De 12 años (1º ESO) en adelante: 60 euros.

               Descuento 20% para familias numerosas

PLAZO Y FORMA DE PAGO

Diócesis de Cuenca-Delegación de Familia 

Liberbank:  ES45 2105 3647 97 3010001617

Plazas limitadas que se adjudicarán por riguroso orden de inscripción en función de

la fecha de ingreso en cuenta del importe total correspondiente a la familia.

Una vez que hayáis hecho el pago, no olvidéis enviar un correo electrónico a:        delfamiliacuenca@gmail.com  y  josemgg16@enfermerofacultativo.com  indicando:

  • Nombres de los miembros de la familia que participan
  •  Edades de los niños
  • Turno elegido
  • Fecha e importe del ingreso bancario

Información: Chema: 679 291939; José Mari: 679 257944; Yolanda: 618 718138

  

Cursos Preparación al Matrimonio 2018 La Paz

Durante los días 1 al 4 de febrero ha tenido lugar en la Parroquia de Nuestra Señora de la Paz el primer curso de Preparación al Matrimonio de este curso 2018. Hemos contado con la participación de 12 parejas que han agradecido el esfuerzo de todos los que han participado en su formación y han aprendido a quererse cada día más con la ayuda de Dios y la importancia que tendrá el diálogo en su matrimonio.