Queridos diocesanos:
El Papa León XIV ha publicado su primera Exhortación Apostólica que lleva por título: Dilexit me (“Me amó”). El documento está fechado el 4 de octubre de 2025, día en que la Iglesia celebra la memoria de San Francisco, “el pobrecito de Asís”, y lleva como subtítulo sobre el amor hacia los pobres, dos particulares que, desde el inicio, no dejan lugar a dudas sobre la temática de la que se va a ocupar.
La Exhortación consta de 121 números que se articulan en cinco capítulos, precedidos de una breve introducción (nn. 1-3). El primero de dichos capítulos reza: “Algunas palabras indispensables” (nn. 4-15). El segundo propone la tesis principal de todo el documento: “Dios opta por los pobres” (nn. 16-34). El tercero, el de mayor extensión: “Una Iglesia para los pobres”, se centra en la acción de la Iglesia a lo largo de los siglos en relación con los distintos mundos de la pobreza (nn. 35-81). El capítulo cuarto nos habla de la mirada del Magisterio de la Iglesia hacia los pobres en los últimos 150 años (nn. 82-102). El último capítulo, en fin, “Un desafío permanente”, recuerda que la atención de la Iglesia a los pobres es parte esencial de su caminar en la historia (nn. 103-121).
Notemos que el documento termina con la mera indicación del lugar y fecha de publicación de la Exhortación., dejando constancia de que tiene lugar cuando corre el primer año de pontificado del Papa actual. Pero llama la atención que el documento no lleve su firma. La explicación la tenemos seguramente en lo que se nos dice al comienzo del documento donde se hace mención de la encíclica Dilexix nos, en la que el Papa Francisco nos mostró cómo Jesús se identifica “con los más pequeños de la sociedad” y cómo con su amor, entregado hasta el final, muestra la dignidad de cada ser humano, sobre todo del “más débil, miserable y sufriente” (n. 2).
El Santo Padre nos revela que Francisco, tras Dilexit nos, estaba preparando, en los últimos meses de su vida, otra Exhortación Apostólica que debía llevar esta vez el título Dilexit me, “sobre el cuidado de la Iglesia por los pobres y con los pobres”. Papa León ha querido hacer propio el proyecto de Francisco, recibiéndolo como si de una “herencia” se tratara. El texto de la actual Exhortación es, pues, de alguna manera, obra tanto de uno como de otro Papa. También es común a los dos el fin del escrito: “Habiendo recibido como herencia este proyecto, me alegra hacerlo mío –añadiendo algunas reflexiones- y proponerlo al comienzo de mi pontificado, compartiendo el deseo de mi amado predecesor de que todos los cristianos puedan percibir la fuerte conexión que existe entre el amor de Dios y su llamada a acercarnos a los pobres. De hecho, también yo considero necesario insistir sobre este camino de santificación” (n. 3).
Estas últimas palabras del Papa, a saber, la íntima unión entre el amor a Cristo y a los pobres, y el reconocimiento de aquel en estos como camino de santificación, ofrecen la clave interpretativa de todo el documento.
Todavía una consideración antes de hacer en las próximas semanas unos breves “ecos” o comentarios a la Exhortación Apostólica del Papa: comprender el significado del mensaje del Papa sólo resultará posible a quien lo lea con sencillez y deje resonar sus palabras en el propio corazón.
Os deseo a todos un felíz día del Señor.




