Este año la Delegación de Familia y Vida de Cuenca ha organizado las Vacaciones en Familia a Cantabria desde el 24 al 29 de julio peregrinando a Santo Toribio de Liébana con ocasión de la celebración del Año Santo Lebaniego.
66 personas entre padres, abuelos y niños que han compartido juntos unos días maravillosos integrando en sus vacaciones los momentos de oración y reforzando lo que nos une y hacia quien caminamos, nuestro Padre Dios.
Comenzamos el día 24 con una parada en Palencia donde pudimos visitar la cripta de San Antolín en su magnífica catedral gótica donde celebramos la misa, la iglesia de San Lázaro y vislumbrar en lo más alto el Cristo del Otero. Después proseguimos camino hacia nuestro alojamiento en Herrera de Camargo (Cantabria), en una casa de los Dehonianos donde nos hemos encontrado muy a gusto con el trato recibido.
El martes, 25 de julio, día de Santiago, viajamos hasta la zona más oriental de Cantabria, Castro Urdiales, donde pudimos visitar la iglesia de Santa María de la Asunción, cuya construcción data del siglo XIII, al igual que el Castillo Faro contiguo. Luego dimos un tranquilo paseo por el rompeolas y nos dirigimos a Santoña donde pudimos descubrir el proceso de elaboración artesanal de la anchoa en una fábrica de conservas y realizar una amena travesía en barco hasta Laredo. Finalizamos la tarde con una misa en la iglesia parroquial de Colindres.
El día 26 peregrinamos a Santo Toribio de Liébana, donde se alberga el “Lignum Crucis”, reliquia que corresponde con una parte del brazo izquierdo de la Santa Cruz. Pasamos por la Puerta del Perdón, participamos con nuestros cánticos en la Misa del Peregrino y nos preparamos para obtener la gracia jubilar. A continuación, pasamos por Potes y continuamos viaje hacia la Sierra de Arnero para visitar la Cueva del Soplao, que apareció dentro de la mina “La Isidra” y que es uno de los más grandes monumentos mundiales de geología, con más de 20 km. de galerías.
El día 27 de julio visitamos la zona del Palacio de la Magdalena en Santander, el pequeño zoo, la zona de las carabelas y el tren turístico. Después nos dirigimos hacia el museo marítimo donde pudimos encontrar los restos de la última ballena de la zona. Luego tuvimos tarde libre para continuar visitando la ciudad, realizar algunas compras o disfrutar del baño en la magnífica playa del Sardinero.
El día 28 pasamos el día entero en el Parque de Cabárceno, emplazado en una antigua mina de extracción de hierro, en el que pudimos disfrutar de los animales en semilibertad, las rutas botánicas, el teleférico y los espectáculos de aves rapaces y de leones marinos que encantaron a grandes y pequeños.
El día 29 de julio, sábado, emprendimos el viaje de vuelta a Cuenca haciendo parada en Cuéllar (Segovia) para visitar la interesante exposición de Las Edades del Hombre.
Han sido unos días intensos donde hemos podido comprobar que somos una gran familia, con valores y creencias profundos, donde cada uno de nosotros ha sido importante y necesario para que todo haya salido genial. Las comisiones de trabajo han realizado un trabajo impecable y han permitido que el viaje se haya desarrollado según lo previsto y sin ningún problema.
La Comisión de Itinerarios ha conseguido aprovechar al máximo el tiempo elaborando un programa muy variado que ha interesado a los mayores con atractivas visitas turísticas y a los más pequeños con actividades y atracciones también pensadas para ellos.
La Comisión de Intendencia ha sido fundamental porque ha buscado los mejores lugares para comer, siempre cerca del destino visitado o por visitar, y nos han cuidado desde primera hora de la mañana preparando los tentempiés para todo el día.
Todos hemos podido disfrutar con los juegos diseñados por la Comisión de Actividades que nos han hecho competir, reír y compartir momentos divertidos entre todos.
La Comisión de Liturgia nos ha preparado las oraciones de cada mañana y cada noche, el Santo Rosario y las misas que nos han permitido recordar que no viajamos solos sino que nos acompaña en todo momento Jesús y eso hace que nuestras vacaciones sean diferentes y que, además de disfrutar juntos, demos testimonio ante la sociedad de lo bonito que es ser una Familia Cristiana.
Muchas gracias a todos por vuestro trabajo y por estos maravillosos días.
