LUMEN FIDEI-Comentario a los números del 23 al 28-
"SI NO CREÉIS, NO COMPRENDERÉIS" (cf. Is 7,9)
Esta cita de Isaías, nos dice al Papa, lo que supone es un cambio al traducir “subsistir” por “comprender”, pasando de la noción bíblica de confianza en Dios a la griega de comprensión.
Se trata de comprender la acción de Dios y de la unidad que Él confiere a la vida del hombre y a la historia del pueblo. El hombre tiene necesidad de conocimiento, tiene necesidad de verdad, porque sin ella no puede subsistir, no va adelante. La fe sin verdad no salva, no da seguridad a nuestros pasos.
En nuestro mundo, nos recuerda el texto, hablamos de verdad tecnológica, de la verdad del individuo, pero la verdad grande, la verdad que explica la vida personal y social en su conjunto es vista con sospecha.
¿Por qué no reconocemos una verdad? Nuestro mundo tiene un problema de memoria. La pregunta por la verdad es una cuestión de memoria profunda, pues de dirige a algo que nos precede y, de este modo, puede conseguir unirnos más allá de nuestro “yo” pequeño y limitado.
El n. 26 de la encíclica nos lanza una pregunta: ¿puede la fe cristiana ofrecer un servicio al bien común indicando el modo justo de entender la verdad? Para ello hemos de reflexionar sobre el conocimiento propio de la fe.
La fe transforma toda la persona porque la fe se abre al amor. La fe conoce, nos sigue diciendo el Papa, por estar vinculada al amor, en cuanto el mismo amor trae una luz.
¿Cuál es el problema?
Que el amor se concibe hoy como una experiencia que pertenece al mundo de los sentimientos volubles y no a la verdad.
Sabemos que el amor no se puede reducir a un sentimiento que va y viene. El amor tiene necesidad de la verdad y la verdad del amor. A partir de aquí podemos afirmar que el amor se convierte en fuente de conocimiento, forma parte de la experiencia originaria de todo hombre.
Termina el Papa afirmando en el n. 28 que el conocimiento de la fe ilumina no sólo el camino particular de un pueblo, sino el decurso completo del mundo creado, desde su origen hasta su consumación.
Después de la lectura de estos números puedo preguntarme por la relación entre verdad y amor que hay en mi vida, en mi historia, en mi mirada de los acontecimientos personales y sociales. Es clave, necesitamos una mirada desde la fe y el amor para conocer como Dios conoce, pidamos al Señor esta gracia, para que sea un conocimiento desde la verdad, desde el amor.
Lee los números que se proponen. Es bueno que una primera lectura sea para conocer el texto, una segunda lectura puede ser en clave orante porque puede surgir del texto un diálogo con Dios. Estas anotaciones pueden servirte para profundizar en ello.
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